Desigualdad y Calidad En El Empleo

Durante la etapa de recesión económica vivida en Europa, los países han sufrido cambios sustanciales que han llegado a afectar, desde los diferentes enfoques, a la distribución de la renta entre la población. La extensión de la situación de desempleo, el empeoramiento de las condiciones laborales y salariales y la reducción de recursos públicos bajo el pretexto de tener que cumplir con las exigencias fiscales del Pacto de Estabilidad Europeo, han desembocado en un deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos, con un descenso en sus niveles de renta y un aumento de las desigualdades en su distribución (OIT, 2013 y 2014).

Tras el periodo de crisis se observa, por tanto, una reducción del peso de la remuneración del trabajo frente a las rentas del capital y un incremento de las desigualdades en términos de ingresos.

Esta transformación, en esencia, tiene su origen en el cambio tecnológico, la globalización económica y la regulación de los mercados (Stockhammer, 2013); pero además, en el caso reciente de Europa, cabe resaltar las políticas fiscales aplicadas a raíz de la crisis y las modificaciones en los mercados de trabajo, en cuanto a su funcionamiento y a la regulación de las condiciones laborales. Diferentes reformas laborales a raíz de la recesión, en distintos países, han contribuido a la precariedad del empleo, fomentando la inestabilidad y la desigualdad (Clauwaert y Schömann, 2012) y limitando la actuación de la negociación colectiva, con resultados negativos sobre la remuneración de los trabajadores y los niveles de renta de las familias. Circunstancias que eclipsan las políticas en materia de calidad del empleo impulsadas por la Comisión Europea desde hace más de una década.

El objetivo del trabajo es determinar qué factores relativos a la calidad del empleo han contribuido a alterar la distribución de la renta en la Unión Europea de los 15, durante la última década.

La metodología usada se basa en un análisis de panel de datos que relaciona los diferentes ámbitos de la calidad del empleo y la distribución de la renta, teniendo en cuenta el contexto de recesión económica y ajuste fiscal en el que se desenvuelven los países europeos.

Se utiliza como variable dependiente indicadores de distribución de la renta y como variables explicativas índices de calidad en el empleo (Ruesga, Pérez Ortiz y Viñas, 2011), junto a variables de situación económica y recursos públicos destinados a prestaciones y políticas activas.

La hipótesis central consiste en demostrar que en aquellos países de la UE15 donde se ha producido un empeoramiento de la calidad del trabajo, se han incrementado las desigualdades en términos de renta factorial y personal.