América Latina y Los Efectos De La Desaceleración De China
En este contexto, el presente artículo analiza la evolución reciente y las perspectivas económicas de América Latina en el contexto de transformaciones de la economía mundial que permitieron el super-ciclo de crecimiento, y que ahora determinan también una nueva fase bajista. Esta dinámica coincide también con el auge de la economía china a la condición de potencia económica y al cambio estructural por el que está pasando, llevando a una trayectoria de crecimiento menos acelerada, desde el 10% de promedio al año a una nueva realidad de niveles menos pomposos, de entre el 6% y el 7% de crecimiento al año. Se trata de explicar la relación entre la desaceleración del crecimiento de China y el nuevo entorno externo con el que se enfrentan los países de América Latina.
Este documento pone de relieve cómo la ascensión de China a potencia mundial ha afectado las economías de América Latina, con atención especial para el período post-2008. Teniendo en cuenta la producción y las capacidades tecnológicas, hay que destacar que la rápida modernización de China contrasta marcadamente con la de América Latina y el semi-estancamiento brasileño (Palma, 2007, 2011 y 2012). Sin embargo, desde principios de la década de 1980 las economías de Asia en general, y China, en particular, han presentado un desempeño impresionantes en la acumulación de capital y en la eficiencia. Como consecuencia de la expansión de las inversiones, de la utilización masiva de trabajadores y de su estrategia de desarrollo, China se ha convertido en la fábrica del mundo. China ha superado a América Latina en gastos en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB(Cunha et al., 2013; Bichara et al., 2016).
Este artículo sigue la siguiente estructura. Empieza caracterizando la evolución reciente de la economía internacional, para después analizar las características más generales del acercamiento chino a América Latina. En el cuarto apartado se evalúa más específicamente los efectos sobre Brasil, el gigante Sudamericano, lo que se justifica por el efecto arrastre que tiene la economía brasileña en la evolución de la economía latinoamericana, aparte de que se tratan de dos de las mayores economías emergentes. Por último se presentan unas conclusiones finales.