Movilidad y Trayectorias De Los Trabajadores Asalariados En México, 2005 - 2015
Para corroborar la validez de esta hipótesis, se hace un análisis de la dinámica laboral a partir del estudio de paneles de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que permite seguir a los trabajadores asalariados durante cinco trimestres. Para el análisis de las transiciones se utilizaron dos metodologías; la primera de ellas consistió en construir matrices de transición para ver el origen y destino de los trabajadores asalariados durante 5 trimestres de seguimiento y la segunda se basó en el análisis de historia de eventos, en específico con regresiones de riesgos en competencia, con las que se miden riesgos relativos de que los trabajadores asalariados experimenten cambios en su situación laboral a lo largo del tiempo; es decir, que experimenten eventos como el desempleo, ocupación en el sector informal, etcétera.
Derivado del análisis se encontró que los trabajadores con contrato de tiempo tienen bajo riesgo y probabilidad de transitar a estados ocupacionales desfavorables, en cambio los trabajadores inestables quedan atrapados en su mayoría en la inestabilidad o experimentan transiciones hacia la desocupación, inactividad o a la ocupación en el sector informal; por lo anterior, la inestabilidad laboral no es un paso previo a la estabilidad. Por otro lado, los modelos de historia de eventos permiten corroborar que a mayor tamaño de empresa disminuye el riesgo relativo de entrar en situaciones de ocupaciones vulnerables.
La evidencia reciente señala que los cambios introducidos en la Reforma laboral de 2012, no ha tenido ninguna repercusión en la generación de mayor número de empleos estables, ya que equivocadamente se creyó que el cambio en la legislación era suficiente para detonar el crecimiento del empleo; sin embargo, esto no se puede dar sin un cambio estructural de la economía, y en los hechos, solo se han formalizado las prácticas de contratación inestables que se venían gestando desde hace varias décadas. Por lo anterior, se puede afirmar que los cambios en la legislación laboral no se concretarán en una mayor generación de empleos estables, por el contrario seguirá fomentando de manera formal la prevalencia de la inestabilidad laboral y con ello las desigualdades entre trabajadores.