Las Doctrinas Economicas: El Papel Del Mercado Frente Al Del Individuo

Friday, June 24, 2016: 9:00 AM-10:30 AM
134 Dwinelle (Dwinelle Hall)
Carmen Diaz-Roldan, Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Spain
Nieves Carmona-Gonzalez, Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, Spain
La reciente crisis económica y financiera ha sido calificada como sin precedentes a nivel mundial. A su carácter global ha contribuido el notable desarrollo de las economías capitalistas y el desarrollo de la libertad del comercio internacional, que al intensificar la interdependencia económica, han favorecido el contagio de cualquier tipo de perturbación (Carmona, 2015).

La idea de libertad económica fue subrayada por Adam Smith aunque, con anterioridad como señaló Hayek (1959), los padres de la economía de mercado fueron los teólogos, moralistas, filósofos y juristas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII. Ciertamente, los antecedentes del orden económico y político internacional moderno se pueden encontrar en los escritos de Francisco de Vitoria y los eruditos de la Escuela de Salamanca. Este grupo de teólogos y juristas concilió las ideas de Tomás de Aquino con los problemas prácticos de la moral, la economía, y la jurisprudencia. Se centraron en cuestiones éticas como la pobreza y la caridad, el precio justo y la relación entre el beneficio, el interés y la usura. Sus doctrinas representaban la superación de los conceptos medievales y abrieron el camino al liberalismo económico y el desarrollo del Derecho Internacional. El hombre volvió a ser el centro de las leyes. Y por primera vez fueron considerados como derechos naturales los derechos de la vida, la propiedad privada, la libertad de pensamiento y de la dignidad humana. Casi todos coincidían, con Aristóteles, en que la causa del valor de las cosas es la necesidad humana y que el precio justo es el del mercado (Carmona y Díaz, 2012).

Posteriormente, con la publicación del libro “Una investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones” de Adam Smith en 1776, se puso de manifiesto la necesidad de un mercado libre alejado de cualquier tipo de regulación. Para Adam Smith, el estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos (Carmona y Díaz, 2013). Más adelante, las teorías de Stuart Mill y sus aplicaciones a la filosofía social conciben el librecambio como un aspecto clave de la libertad individual. Pero siglos más tarde, enmarcado en la Economía del Desarrollo que surge tras la II Guerra Mundial, se propugna el proteccionismo ante situaciones de desempleo y desequilibrios en el comercio exterior. Y ya en la década de los sesenta del siglo XX, la Teoría de la Dependencia señala que los países del norte con un mayor peso económico deberían favorecer y facilitar el desarrollo de aquellos países con mayor desventaja económica. En la práctica, no está claro que haya sido así.

En este trabajo pretendemos estudiar como las doctrinas económicas han contribuido a dirigir la conducta de las instituciones, los mercados y los individuos. Y de qué forma han influido en las relaciones sociales, políticas y económicas que configuran el contexto actual.