Comercio y Desigualdad. El Caso De Los Países Hispanohablantes
Por otro lado, el español, la lengua hablada por más de quinientos millones de personas en todo el mundo, se ha revelado en numerosos estudios como un decisivo elemento potenciador de los flujos comerciales bilaterales entre países y, por tanto, una herramienta útil para estimular el proceso de convergencia económica entre ellos. Empleando los modelos de gravedad, se puede estimar el peso diferencial de esta variable lingüística, así como el del comercio, en el proceso de reducción de las desigualdades de renta dentro de los países hispanohablantes, empleando como proxy las diferencias de renta per cápita en términos absolutos de los socios comerciales.
El propósito de este trabajo es sentar las bases de un análisis específico orientado a conocer mejor la relación entre el aumento de los flujos comerciales entre países y la reducción de su grado de desigualdad económica (examinando, en concreto, cuánto vale el español como potenciador del desarrollo económico de los países que lo comparten). Con tal fin, se plantea un modelo de gravedad en el que se cuantifica la importancia relativa de todos estos elementos a partir de una muestra representativa de 51 países, con datos en panel para el largo período 1996-2012, y la utilización de diferentes indicadores culturales, institucionales y de distribución de la renta.